- ¿Cómo empezar?
- ¿Con qué? -Dijo sorprendida.
- Con todo – respondió- con cualquier cosa o actividad.
- Ahhh… ¡Buena pregunta!.. – Se quedó pensando- ¿Tú lo
sabes?
- Yo sé lo que me funciona a mí. -Y se giró para seguir con
lo que estaba haciendo.
- Bueno, ¡pues dime! – exclamó ansiosa esperando ya la
respuesta.
Dejó lo que estaba haciendo, se dio la vuelta, la miró,
sonrió y dijo:
- Fácil. Sabiendo lo que quiero, lo que me motiva, mi
comportamiento, lo que soy… Así sí es más fácil empezar.
**Microcuento Feliz y
Rentable. BeatrizGBarbeito.
¿Cuántas veces te ha pasado como en el microcuento que no sabías por dónde empezar en alguna cosa? Es como: “vale, tengo que hacer esto, pero…
¿cómo?”
Pues así es como comienza este post, sabiendo qué es lo que queremos,
lo que somos, desde conocerse y saber lo que queremos transmitir. Quizás así se
haga mucho más fácil y efectiva cualquier acción que vayamos a hacer. ;-)
¿Empezamos?
Todo lo que realizamos, bien sea en nuestra vida personal o
profesional, estemos con nuestro equipo, dirección, clientes, amigos, otras
personas o solos, lleva una intención clara.
De hecho, es nuestra intención, la que ponemos, queramos o no, y seamos conscientes de ella o no, la que se transmite.
Podemos hablar horas y horas, tratar de convencer para que hagan esto
o lo otro, incentivar… que por mucho que lo adornemos… se ve el plumero. La
intención siempre sale.
Seguro que os ha pasado. Desde luego a mí sí, y en varias
ocasiones. Os contaré una de las veces que más recuerdo, cuando dirigía mi
empresa, una situación que se me quedó bastante grabada.
Teníamos un problema de demora en los plazos de entrega en
producción y ya empezábamos a sufrir
sobrecostes. El ambiente se notaba ya tenso y cortante. Uno de los empleados,
clave y muy valioso por su visión y eficiencia, pidió una reunión conmigo. “¡Con
todo el trabajo que tengo!” – Pensé –sí, así pensaba yo antes… pero accedí a
últimas horas de la tarde. Me tiré laaargo tiempo hablando con él. Yo le oía, sin
embargo, no le escuchaba. No estaba escuchando sus necesidades, sus
dificultades, sus desafíos, incluso su potencial, yo simplemente estaba
escuchándome a mí misma: “Tiene que salir el trabajo ya.” “Con todo lo que
tengo que hacer.” “Qué tarde se está haciendo.”... A los dos días se fue. Se me
fue uno de los mejores trabajadores que tuve.
En este caso, mi intención estaba centrada en mí y en mis
necesidades, no “veía” al otro. Muchas veces ha sido así, hasta que me di cuenta,
que lo que llega a las demás personas es la intención, no las palabras, ni los
gestos. Y ni siquiera escribiendo un email nos salvamos!! ;-)
Por cierto, nuestra intención para con las demás personas
tiene mucho que ver con la confianza. (Puedes leer el artículo: ¿Qué tienen laspersonas que nos generan confianza? Para conocer un poco más sobre este tema).
Así que será mucho más fácil si empezamos a mirar qué es eso
que queremos transmitir y desde dónde lo transmitimos. Algo que es muy facilito
de hacer.
Bien, ¿qué quiero? ¿Cuál es mi intención? Quiero transmitir
que cuando vives acorde a tus valores, en coherencia con ellos, en tu vida y tu
trabajo, la vida se hace mucho más placentera y sencilla. Eso no significa que
no se tengan problemas, sin embargo sí
que se afrontan de otra manera. Y digo AFRONTAR, no pasar, o rehuir. De hecho,
las personas que respetan sus valores son mucho más proactivas.
¿Qué soy? Para mí está claro, soy mis valores. Mi ADN, lo
que me representa, lo que llevo a todos lados, en todas las acciones, en las
interacciones con las personas, trabajos, proyectos… Por ejemplo, para mí es
muy importante que estén presentes la creatividad, la diversidad, la
cooperación, la utilidad y la superación. Y es desde estos valores que hago mi
trabajo, escribo los post, las formaciones… (Los valores se trabajan por
cadenas, incluso por agrupación, esto sería una vez que ya se han identificado
claramente.) Si quieres conocer un poco más de qué va esto de los valores, pincha aquí.
¿Cuál es mi comportamiento más innato? Es eso que me mueve y
eso que me frena. Mi manera de funcionar, ni mejor ni peor que las demás
personas. Lo que hace que me enganche a un trabajo o proyecto, y lo que hace
que me desenganche. Hay varios tipos de comportamientos y necesitamos conocer
el nuestro propio y entender el de las demás personas para poder comunicarnos
con éxito. Si quieres saber cuál es tu
tipo de comportamiento, aquí abajo tienes la guía Feliz y Rentable para que lo
descubras.
Sabiendo estas tres, simples o no tan simples preguntas,
podrás comenzar cualquier actividad mucho más satisfecho, incluso en tu trabajo.
Para ayudarte a descubrir tus valores y tu tipo de
comportamiento, y poder aplicarlos en tu vida laboral, David Díaz Robisco y yo,
hemos creado la guía Feliz y Rentable, en la que encontrarás ejercicios, audios,
lecturas y vídeos para poder rellenarla.
Si quieres conocer más sobre la guía Feliz y Rentable, accede
aquí a VIVE INTENSAMENTE y deja de pasar por la vida.
Si tu equipo o tu organización está interesada en ser más
#FelizyRentable puedes ponerte en contacto con David Díaz Robisco o conmigo
misma y podremos exponerte cómo llegar a ser más #FelizYRentable. ;-)
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