miércoles, 13 de junio de 2012

LA ASERTIVIDAD


Reflexionando sobre el libro: la asertividad, expresión de una sana autoestima de Olga Castanyer.


<Citando al gran Rabinranath Tagore, ¿quién no ha tenido alguna vez sentimientos parecidos y ha deseado poder actuar de otra forma?:
“Quería decirte las palabras más hondas que te tengo que decir, pero no me atrevo, no vayas tú a reírte. Por eso me río de mi mismo y desahogo en bromas mi secreto. Si, me estoy burlando de mi dolor, para que no te burles tú.

Quería decirte las palabras más verdaderas que tengo que decirte, pero no me atrevo, no vayas a no creerme. Por eso las disfrazo de mentira y te digo lo contrario de lo que te quisiera decir. Si, hago absurdo mi dolor, no vayas a hacerlo tú.

Quisiera decirte las palabras más ricas que guardo para ti, pero no me atrevo, porque no vas a pagarme con las mejores tuyas. Por eso te nombro duramente y hago alarde despiadado de osadía. Si, te maltrato, de miedo a que no comprendas mi dolor (…)
Lancémonos, pues, a mejorar la calidad de nuestras relaciones.”
El que una interacción nos resulte satisfactoria depende de que nos sintamos valorados y respetados, y esto, a su vez, no depende tanto del otro, sino de que poseamos una serie de habilidades para responder correctamente y una serie de convicciones o esquemas mentales que nos hagan sentirnos bien con nosotros mismos.>
¿En qué situaciones nos sentimos más valorados/as? ¿Qué percibimos en esas situaciones o en las personas con quién nos interrelacionamos para sentirnos valorados/as o no? ¿Qué necesitamos para sentirnos valorados/as? ¿Qué tienen en común las situaciones en que nos hemos sentido valorados/as?

Estas son algunas preguntas fáciles, que si nos paramos a reflexionar, nos irán dando información sobre nosotros/as mismos/as y la manera en que nos comunicamos con otras personas.
<Se pretende dar un concepto realista de la asertividad (…), pretendemos que la asertividad sea un camino hacia la autoestima, hacia la capacidad de relacionarse con los demás de igual a igual, ni estando por encima ni por debajo. Sólo quien posee una alta autoestima, quien se aprecia y valora a sí mismo, podrá relacionarse con los demás en el mismo plano, reconociendo a los que son mejores en alguna habilidad, pero no sintiéndose inferior ni superior a otros. Dicho al revés, la persona no asertiva, tanto si es retraída como si es agresiva, no puede tener una autoestima muy alta, por cuanto siente la necesidad imperiosa de ser valorada por los demás.>

No hay comentarios:

Publicar un comentario