miércoles, 28 de septiembre de 2016

LA ANSIEDAD DE NO SABER SI ESTÁS ACERTANDO CON TUS DECISIONES

Puede ser que te hayas sentido alguna vez que no sabes realmente para dónde tirar, o qué hacer, qué decisiones tomar… todo va tan rápido que no te da tiempo siquiera a pensarlo.

Lo que más ansiedad nos produce es no conocer realmente lo que queremos. Igual ni siquiera has puesto nombre a eso que te motiva, o desmotiva. Se funciona como “apaga fuegos”, así, según vienen las decisiones… se decide, porque no hay tiempo para más. ¡Rápido! Como un perchero lleno de camisetas que ojeas sin más a ver si alguna te convence.  ¿Pero qué nos pasa? ¿Cómo hemos llegado hasta ese punto?



Todas esas decisiones “rápidas”, funcionan como el fast-food, se van acumulando en nuestra vida. No tenemos tiempo y pillamos lo primero que vemos. ¡Ya, rápido, que tengo que seguir!


Y esto es lo que crea la ansiedad, el sentimiento de vacío, el no saber muy bien para dónde tirar o ir incluso como pollos sin cabeza por la vida.




Cada vez más personas vienen a las sesiones de coaching porque no han dejado un espacio para escucharse, y no sólo en el ámbito empresarial, sino cada vez más también en el personal.

¿Cómo sabes si estás tomando una buena decisión si no te has parado a escucharte? La verdad, reconozco perfectamente esa sensación porque yo pasé por lo mismo. Iba tan corriendo a todos los sitios, sin saber realmente qué quería, (aunque yo creía que sí, que lo tenía todo “controlado”) tomando decisiones así, según venían… pin-pan… que no vi venir de lejos  la quiebra de la empresa, y lo que es peor, ¡mi propia quiebra, de mi misma! Y ahí me quedé, perdida, quieta, asustada, sin saber qué quería en mi vida, ni hacia dónde tirar… Necesité escucharme y ¡mucho!, como cuando escuchas a un amigo que no sabes ni qué decir, pero estás ahí, de apoyo incondicional.

Escucharte es la manera de poner nombre a eso que sientes, a lo que necesitas también, a saber si es el camino que quieres coger o si es la decisión más acertada. Mi más sincera recomendación es:

¡Para! ¡Escúchate! Y ¡Háblate!

Siempre estás escuchando a los demás, ahora este es tu momento, dedícate tu espacio, mereces escucharte. Si no sabes muy bien cómo hacerlo, pide ayuda, hay muchos campos que te pueden ayudar, como el coaching profesional, psicoterapia, terapias alternativas, mindfulless.

Ahora te propongo una serie de preguntas que te ayudarán. Pregúntate y deja el espacio suficiente para responderte a cada pregunta. Incluso, mucho más efectivo si coges papel y bolígrafo y anotas tus respuestas, porque el hecho de escribir ya resulta terapéutico. Escucha bien dentro de ti lo que tienes que decirte. ¿Qué necesitas en tu vida?, ¿para qué?, ¿qué te aportará?, ¿cómo lo sabes?, ¿qué es importante para ti de ello?, ¿qué otras cosas o situaciones te pueden aportar eso que quieres?, ¿lo que estás haciendo ahora mismo te lleva a eso que necesitas en tu vida?, ¿qué decisiones necesitas tomar para ello?, ¿cuándo?

Y sobre todo… ¡salta!, ¡atrévete!, ¡dale!...
¿qué es lo peor que puede pasar?


Si quieres conocer cuáles son tus valores y tu tipo de comportamiento, y poder ponerlos en práctica en tu trabajo, te animo a que hagas la guía Feliz y Rentable. Una guía creada junto con David Díaz Robisco. En ella encontrarás ejercicios, audios, lecturas y vídeos que te irán guiando. ;-)




miércoles, 21 de septiembre de 2016

SEIS CARACTERÍSTICAS PARA SABER SI ESTÁS APORTANDO

Una persona que aporta, tiene valía. Y vamos a descifrar qué es eso de valía: una persona que pone valor en lo que hace y en sus interacciones. Se entiende que da lo mejor de ella misma, aporta, construye, entiende-acepta, tiene  foco y busca siempre mejorar.


Estas seis características te ayudarán a ser más valioso o valiosa en lo que haces y en tus interacciones,  a ver en qué situaciones tú estás aportando y también si las personas que tienes a tu alrededor aportan.


1.- Da lo mejor de ti mismo/a. Imagínate una persona que da un 50% de ella, a la hora de trabajar, hablar con una persona o dirigir a un equipo o empresa. Aunque tenga potencial, así no está dando lo mejor.
Recuerda algún momento en el que estabas trabajando y a la vez estabas pensando en que se te había olvidado hacer algo, o en lo que tenías que hacer después. Posiblemente “estabas” haciendo tu trabajo, sí, pero de modo automatizado.
¿Cómo se da lo mejor? Primero de todo tienes que estar presente, no en lo que vas a hacer luego, ni en tus cosas o preocupaciones. Suelta todo eso que tienes en tu cabeza, sí, sí… ahora, y ahora... y ahora! Eso es estar presente. Presencia significa que estás alerta, estás atento totalmente a la otra persona, a tu entorno y además a las sensaciones que te está produciendo. Es estar en un constante nivel 3 de escucha que llamamos en coaching co-activo. Sin juzgar, estás, observas y tienes un impacto.



2.- Aporta. No te quedes nada por temor o por orgullo… da. Las ideas, las posibles soluciones… Y cuando lo des, no te apegues a tener razón o en que lo tuyo es lo único o más correcto. A la hora de dar consejos, aunque la intención sea la mejor del mundo, son bajo tu punto de vista y tendrás que aceptar que los cojan o no. Esto tiene mucho que ver con la humildad.




3.- Construye. Busca la manera de crear, intenta siempre sumar. Tiene mucho que ver con la acción positiva. No necesitas destruir lo de los demás para construir, sino que tus acciones están encaminadas a sumar también a los demás. Tú puedes decidir crear tu propia casa con tus manos, que si no te pones a ello, aunque no sepas, poco probable es que se acabe construyendo esa casa por sí sola. Pues lo mismo ocurre con las situaciones, si queremos cambiar una situación, o un trabajo, proyecto… si no empezamos, paso a paso… no se va a hacer solo ;-)





4.- Entiende-Acepta. Sí, estas dos palabras van juntas. Porque primero, en cualquier situación, hay que entender, observar, poner nombre e identificarlo y luego, lo aceptas. Sin entendimiento, podrás dejarlo apartado, o no pensar en ello, pero poca aceptación habrá. Comprende la situación actual, acepta, no mires al pasado para buscar culpables ni regocijarte en el fango de la desesperación, sino que, respira hondo, con calma entiende la situación y visualiza la situación deseada. Con esta simple acción, verás que se empiezan a abrir posibilidades de cambio que antes no veías.


5.- Ten foco. Una vez que has aceptado la situación, hay que ponerse a trabajar sobre la visión, la situación deseada. Y mantener el foco ahí, siempre a la vista. Seguro que en algún momento tendrás que ir ajustando la dirección, pero la meta será la misma, sin perderla de vista.
Hay una frase, de la que desconozco el autor/a, que lo expresa claramente: “hold de vision, trust the process” –Mantén la visión, confía en el proceso- Si mantienes esa visión a la vista, lo puedes escribir en una hoja o hacer un collage, y lo revisas cada día, verás que se van aclarando los caminos que tienes que tomar.


6.- Busca siempre mejorar. No te quedes sólo en lo que ya hay, pregúntate si hay opción de mejora y si es así, ponte manos a la obra. Es una evolución. Puede que en una situación determinada se haya llegado al final, sin embargo, te encontrarás otras que sí que podrás mejorar.


Si quieres conocer cuáles son tus valores y tu tipo de comportamiento, y poder ponerlos en práctica en tu trabajo, te animo a que hagas la guía Feliz y Rentable. En ella encontrarás ejercicios, audios, lecturas y vídeos que te irán guiando. ;-)





Si tu equipo o tu organización está interesada en ser más #FelizyRentable puedes ponerte en contacto con David Díaz Robisco o conmigomisma y podremos exponerte cómo llegar a ser más #FelizYRentable. ;-)


miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿CÓMO EMPEZAR?

- ¿Cómo empezar?
- ¿Con qué? -Dijo sorprendida.
- Con todo – respondió- con cualquier cosa o actividad.
- Ahhh… ¡Buena pregunta!.. – Se quedó pensando- ¿Tú lo sabes?
- Yo sé lo que me funciona a mí. -Y se giró para seguir con lo que estaba haciendo.
- Bueno, ¡pues dime! – exclamó ansiosa esperando ya la respuesta.
Dejó lo que estaba haciendo, se dio la vuelta, la miró, sonrió y dijo:
- Fácil. Sabiendo lo que quiero, lo que me motiva, mi comportamiento, lo que soy… Así sí es más fácil empezar.


**Microcuento Feliz y Rentable. BeatrizGBarbeito.


¿Cuántas veces te ha pasado como en el microcuento que no sabías por dónde empezar en alguna cosa? Es como: “vale, tengo que hacer esto, pero… ¿cómo?”

Pues así es como comienza este post, sabiendo qué es lo que queremos, lo que somos, desde conocerse y saber lo que queremos transmitir. Quizás así se haga mucho más fácil y efectiva cualquier acción que vayamos a hacer. ;-) ¿Empezamos?

Todo lo que realizamos, bien sea en nuestra vida personal o profesional, estemos con nuestro equipo, dirección, clientes, amigos, otras personas o solos, lleva una intención clara.
De hecho, es nuestra intención, la que ponemos, queramos o no, y seamos conscientes de ella o no, la que se transmite.
Podemos hablar horas y horas, tratar de convencer para que hagan esto o lo otro, incentivar… que por mucho que lo adornemos… se ve el plumero. La intención siempre sale.

Seguro que os ha pasado. Desde luego a mí sí, y en varias ocasiones. Os contaré una de las veces que más recuerdo, cuando dirigía mi empresa, una situación que se me quedó bastante grabada.

Teníamos un problema de demora en los plazos de entrega en producción  y ya empezábamos a sufrir sobrecostes. El ambiente se notaba ya tenso y cortante. Uno de los empleados, clave y muy valioso por su visión y eficiencia, pidió una reunión conmigo. “¡Con todo el trabajo que tengo!” – Pensé –sí, así pensaba yo antes… pero accedí a últimas horas de la tarde. Me tiré laaargo tiempo hablando con él. Yo le oía, sin embargo, no le escuchaba. No estaba escuchando sus necesidades, sus dificultades, sus desafíos, incluso su potencial, yo simplemente estaba escuchándome a mí misma: “Tiene que salir el trabajo ya.” “Con todo lo que tengo que hacer.” “Qué tarde se está haciendo.”... A los dos días se fue. Se me fue uno de los mejores trabajadores que tuve. 

En este caso, mi intención estaba centrada en mí y en mis necesidades, no “veía” al otro. Muchas veces ha sido así, hasta que me di cuenta, que lo que llega a las demás personas es la intención, no las palabras, ni los gestos. Y ni siquiera escribiendo un email nos salvamos!! ;-)


Por cierto, nuestra intención para con las demás personas tiene mucho que ver con la confianza.  (Puedes leer el artículo: ¿Qué tienen laspersonas que nos generan confianza? Para conocer un poco más sobre este tema).

Así que será mucho más fácil si empezamos a mirar qué es eso que queremos transmitir y desde dónde lo transmitimos. Algo que es muy facilito de hacer.

Bien, ¿qué quiero? ¿Cuál es mi intención? Quiero transmitir que cuando vives acorde a tus valores, en coherencia con ellos, en tu vida y tu trabajo, la vida se hace mucho más placentera y sencilla. Eso no significa que no se tengan problemas, sin embargo que se afrontan de otra manera. Y digo AFRONTAR, no pasar, o rehuir. De hecho, las personas que respetan sus valores son mucho más proactivas.


¿Qué soy? Para mí está claro, soy mis valores. Mi ADN, lo que me representa, lo que llevo a todos lados, en todas las acciones, en las interacciones con las personas, trabajos, proyectos… Por ejemplo, para mí es muy importante que estén presentes la creatividad, la diversidad, la cooperación, la utilidad y la superación. Y es desde estos valores que hago mi trabajo, escribo los post, las formaciones… (Los valores se trabajan por cadenas, incluso por agrupación, esto sería una vez que ya se han identificado claramente.)  Si quieres conocer un poco más de qué va esto de los valores, pincha aquí.


¿Cuál es mi comportamiento más innato? Es eso que me mueve y eso que me frena. Mi manera de funcionar, ni mejor ni peor que las demás personas. Lo que hace que me enganche a un trabajo o proyecto, y lo que hace que me desenganche. Hay varios tipos de comportamientos y necesitamos conocer el nuestro propio y entender el de las demás personas para poder comunicarnos con éxito.  Si quieres saber cuál es tu tipo de comportamiento, aquí abajo tienes la guía Feliz y Rentable para que lo descubras.

Sabiendo estas tres, simples o no tan simples preguntas, podrás comenzar cualquier actividad mucho más satisfecho, incluso en tu trabajo.

Para ayudarte a descubrir tus valores y tu tipo de comportamiento, y poder aplicarlos en tu vida laboral, David Díaz Robisco y yo, hemos creado la guía Feliz y Rentable, en la que encontrarás ejercicios, audios, lecturas y vídeos para poder rellenarla.




Si quieres conocer más sobre la guía Feliz y Rentable, accede aquí a VIVE INTENSAMENTE y deja de pasar por la vida.

Si tu equipo o tu organización está interesada en ser más #FelizyRentable puedes ponerte en contacto con David Díaz Robisco o conmigo misma y podremos exponerte cómo llegar a ser más #FelizYRentable. ;-)