martes, 11 de febrero de 2014

REVISIÓN DE MANTENIMIENTO

Hace unas semanas, una amiga en una conversación sobre las personas en las empresas, comentó algo así: - “las empresas dedican tiempo y dinero al mantenimiento de las máquinas y se olvidan de las personas.” -

Poco tiempo después, durante un coaching empresarial, en la presentación a lxs empleadxs de la empresa el programa de lo que se iba a hacer, una de las empleadas me dijo: - ¡¡ahhh, entonces tu eres como la de mantenimiento de las personas! Cada vez que vengas, te llamaremos la de Mantenimiento!! – Y la verdad, que me encantó la designación.

Estas dos cosas, me dieron que pensar y pasándolo “bajo el grifo” de mi experiencia salió este texto, que espero os sirva, al menos, para tomar consciencia y que cada persona y empresa haga lo que crea necesario para su mantenimiento.



Al igual que realizamos las tareas de mantenimiento en las máquinas que usamos en las empresas, las personas también necesitamos de un “mantenimiento”.

Hoy en día, damos por hecho que una máquina precisa de mantenimiento para su correcto funcionamiento y alargar su vida en óptimas condiciones; con lo cual, un o una operario dedica un tiempo de su trabajo a la puesta a punto de la maquinaria. Esto lo tenemos bien asumido, de hecho, en muchas empresas se utilizan los formularios de mantenimiento para la maquinaria. Bien, y ¿qué pasa con las personas de la empresa?, ¿pueden soportar todo?, ¿no necesitan un chequeo para ver si va todo bien?, ¿están “sanas” emocionalmente?, ¿cuándo ha sido la última vez que “pasaron mantenimiento” las personas que conforman la empresa?


El día a día nos come y no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor (o quizás menos de lo que pensamos) ;-). Nos metemos en la vorágine del trabajo, de sacar la empresa adelante, de los urgentes, los problemas, viajes, facturas, presupuestos, teléfono, proveedores, cuentas, emails, balances, IVA, clientes… y de repente ¡zas! Algo quiebra y no sabemos cómo ha podido ocurrir.




Si es una máquina… manos a la cabeza, grito al cielo Argggg &#@#/&¿%@!!…. Noooo, ahora nooo!! Nos paraliza, quedamos aturdidxs, como bofetada recibida sin saber la procedencia. Entonces, no sin rabia y enfado (en muchas ocasiones) empezamos a dedicar tiempo a solucionar el tema a la mayor brevedad posible, “descuidando” un poco lo demás porque, aunque intentamos con todas nuestras fuerzas cubrir todos los frentes… no damos para todo.

Ante esta situación de estrés, ¿qué hacemos emocionalmente? Esperar a que pase y no nos damos cuenta que algo dentro de nosotrxs se ha movido y no lo estamos prestando atención. ¡Efectivamente! Nos pasa “lo mismo” que a las máquinas, si no las revisamos… el error puede ser fatal. 


Cuando alguien de la empresa quiebra (o nosotrxs mismxs)… es un viaje de No-Retorno; si, si… tal cual, echa la vista atrás y lo comprenderás. Algo hay que cambiar.
Revisemos bien, miremos las piezas que nos sirven y las que no, las que hay que reemplazar. Quizás hubo piezas que nos sirvieron en su momento, sin embargo, ahora puede que ya no y haya que actualizar a una nueva versión.

Para llevar una vida en óptimas condiciones… necesitamos pasar mantenimiento.


Los tiempos están cambiando y nos damos cuenta que las personas son el motor del mundo y necesitamos cuidarlas.

¡¡Cuídate!!   ;-)



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